Algunos entierran a sus mascotas otros, como el caso de este artista holandés optó por conservar a su mascota tras perderla en forma repentina en un accidente vial.
Hay quien entierra su mascota fallecida. Otros prefieren disecarlas para que seguir disfrutando de su inmóvil compañía. El artista holandés Bart Jansen optó por una salida más original y un tanto macabra para su gato Orville, que perdió de golpe sus siete vidas al ser atropellado por un coche: convertir su cadáver en un helicóptero volador: el Orvillecóptero, mitad animal, mitad máquina.
El pobre gato parecía marcado para su destino volador desde su mismo nacimiento. Su dueño decidió bautizarlo como Orville en honor al famoso aviador pionero Orville Wright, la mitad de los hermanos Wright. Cuando el pasado mes de marzo el minino murió bajo las ruedas de un coche en la vecindad, Jansen decidió “hacerle un último tributo”: convertir su cuerpo en un helicóptero por control remoto. El Orvillecopter vuela desde ayer en el festival artístico Kunstrai, en Amsterdam.
El cuerpo disecado del gato incorpora dentro un motor Lotus T580, mientras sus cuatro garras equipan otras tantas hélices para permitir el vuelo. La parte mecánica de la instalación es obra del ingeniero Arjen Beltman, que aparece en las imágenes con el mando a distancia del Orvellicóptero.
Muchos amantes de los gatos se llevarán las manos a la cabeza al ver el grotesco destino del pobre Orville. Sin embargo, su dueño se congratula en su canal de YouTube de que “Orville estará dentro de poco volando con los pájaros. ¡Ay, cuánto le gustaban los pájaros! Para su cumpleaños recibirá un motor más potente y unas hélices más grandes para que pueda remontar el vuelo”. En los comentarios de la noticia, los lectores británicos –tan sensibles siempre con sus mascotas- tildan al artista de “enfermo” y “cruel”, entre otras lindezas.
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