Bajo el lema, "cuando tu corazón deje de latir, seguirás tuiteando; bienvenidos a tu vida social después de la muerte", la aplicación se basa en el análisis del historial de cada usuario de Twitter para mantener alimentado el perfil de la red social con los temas y artículos que habrían sido de interés para el fallecido.
De este modo, seguiría en contacto "virtual" con sus amigos de la red, a quienes enviará información y enlaces.
Una de las novedades es que los usuarios de LivesOn pueden designar a una persona como ejecutor de su testamento en la red social, de manera que ésta podrá decidir si mantiene la cuenta activa o la suspende. Hasta ahora, las aplicaciones existentes solo permitían programar mensajes y actualizaciones previamente por parte del usuario.
Otro servicio similar, DeadSocial, ofrecía una "herramienta de legado digital" para enviar mensajes de manera póstuma a través de Facebook y Twitter. LivesOn da así un paso más en la posibilidad de continuar la actividad en las redes sociales incluso después del fallecimiento.
"FANTASMA COMPUTARIZADO"
A pesar de que la aplicación LivesOn origina interrogantes éticos, los desarrolladores de esta tecnología encuentran interesante la controversia sobre un "fantasma computarizado".
"Ofende a algunos, y a otros les encanta. Imagínese si la gente empieza a ver esto como una forma legítima para seguir viviendo. La criogenia cuesta una fortuna. Esto es gratis", dijo a The Guardian Dave Bedwood, socio creativo de los desarrolladores de la aplicación.
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