miércoles, 20 de febrero de 2013
Se enamora de la hermana de su donante de corazón
En cualquier momento puede saltar la chispa del amor. Eso es lo que debió pensar Connor Rabinowitz, un estadounidense al que se le tuvo que trasplantar el corazón hace 7 años, cuando se enamoró perdidamente de Erin Roberts, la hermana de su donante, según informa el «Daily Mail»
El comienzo de este romance se remonta hasta 2005. En ese tiempo, Rabinowitz se encontraba entre la vida y la muerte debido a una enfermedad hereditaria en el corazón que le acababan de diagnosticar a la edad de 17 años. Los médicos fueron tajantes: necesitaba un trasplante urgentemente.
Paralelamente, la desdicha provocó que Kellen Roberts, un joven de apenas 22 años, falleciera en Dakota del Sur al golpearse la cabeza contra una roca. El destino quiso que el muchacho fuera totalmente compatible con Rabinowitz, quien recibió una segunda oportunidad en la vida gracias a este improvisado donante.
Tras la operación, Rabinowitz decidió que debía dar las gracias en persona a la familia de aquel joven cuyo corazón le había salvado la vida. Sin embargo, lo que no se imaginaba era que, además de una nueva oportunidad en la vida, se enamoraría de Erin, la hermana de su donante. «Nos llevamos bien de inmediato y nos hicimos amigos», completa el estadounidense.
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