Un equipo de buceadores de petroleras y científicos británicos hallaron una espectacular ciudad del Mesolítico sumergida que quedó bajo las aguas entre 18.000 y 5.500 antes de Cristo.
Los expertos de la Universidad de St. Andrews (Escocia) y los buzos de las compañías de petróleo y gas que trabajan en la región concluyeron que Doggerland, una enorme extensión de tierra que existió entre Escocia y Dinamarca hasta el Canal de la Mancha, albergó a decenas de miles de habitantes en un "mundo sumergido" que alguna vez fue el "verdadero corazón" de Europa.
Los científicos creen que la "Atlántida británica" habría sido azotada por un "tsunami devastador", que en el curso de miles de años sumergió esas tierras por completo.
El equipo de investigadores, encabezado por el doctor en geofísica Richard Bates del Departamento de Ciencias Terrestres de St. Andrews, logró recuperar objetos y artefactos de ese pasado, que ahora forman parte de una muestra en la Royal Society de Londres titulada "Drowned Landscapes" (Paisajes Sumergidos).
Piezas halladas
Entre las piezas halladas hay puntas de lanza utilizadas por humanos, vasijas de barro y huesos de animales terrestres.
También se halló polen, microfauna y microflora, que ayudaron a los expertos a identificar qué tipo de plantas y animales poblaron esas tierras.
"Doggerland fue alguna vez el verdadero corazón de Europa hasta que los niveles de las aguas crecieron, formando las islas británicas que hoy conocemos", declaró Bates.
"Habíamos especulado durante años durante esta tierra perdida a partir de la existencia de huesos hallados por pescadores en todo el Mar del Norte, pero sólo fue a partir del trabajo en los últimos años de científicos en colaboración con los buzos de compañías petroleras, que logramos reconstruir esta Atlántida perdida", agregó.
Mapas submarinos
Según el experto, cuando se analizaron los mapas submarinos a partir de escaners geofísicos de alta tecnología se halló un paisaje "complejo y vastísimo", que incluía praderas y valles, pantanos y lagos, con ríos de gran extensión y caudal acuífero.
A medida que aumentó el nivel de las aguas, Doggerland se fue transformando en un período de cientos de años en un archipiélago aislado de islas bajas, hasta desaparecer por completo en el fondo del mar.
"Hemos logrado mapear ahora la flora y fauna del lugar, reconstruimos una imagen de los antiguos pobladores que vivieron allí, y estamos entendiendo algunos de los eventos dramáticos que más tarde cambiaron ese paisaje, incluyendo el aumento de los niveles del agua y del devastador tsunami", afirmó Bates. El proyecto de investigación, que llevó 15 años, es una colaboración entre St. Andrews y científicos de las universidades de Aberdeen, Birmingham, Dundee y Trinity St David, este última en Gales.
Sitios de entierros
Los investigadores analizan ahora evidencia humana en Doggerland, incluidos sitios de entierros, inusuales piedras verticales y un cementerio de grandes dimensiones.
"No hemos hallado marcas específicas en las tumbas, pero sí artefactos y objetos sumergidos que son muy difíciles de explicar por causas naturales, como montículos rodeados de zanjas, o árboles fosilizados en la plataforma marina", declaró Bates.
"Queda poca evidencia porque mucha fue erosionada por las aguas, es como encontrar una aguja en el pajar. Lo que sí hallamos es una evidencia increíble que nos ha permitido distinguir los mejores lugares para encontrar señales de vida preservadas", concluyó.
La muestra "Drowned Landscapes" estará abierta en la Royal Society hasta el 8 de julio.
Más información en Royal Society
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