Según el granjero la gallina comenzó a poner huevos de este extraño colorido de un día para otro. En descargo de la gallina, su dueño afirma que no ha cambiado en nada la alimentación acostumbrada, compuesta de trigo y cebada.
El hombre, que los ha probado, asegura que el interior y el sabor de los huevos es totalmente normal. De momento el fenómeno está siendo estudiado, así que mientras solo caben especulaciones sobre el curioso fenómeno.
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