El New Zealand Herald reportó que paramédicos cerca de Darwin, Australia fueron llamados a la escena durante la noche del sábado, pero el hombre, quien no ha sido identificado, ya había ido al hospital para ser tratado por sus lesiones en el área posterior y genital.
“Lo que debió haber parecido una gran idea en ese momento para ese individuo, resultó no serlo, ocasionándole al hombre varias quemaduras severas y muy dolorosas en sus nalgas, la espalda y sus partes privadas”, dijo el sargento Garry Smith. La policía cree que pudo haber ebriedad envuelta en el accidente.
El hombre de 23 años fue luego llevado a una unidad especializada en quemaduras en el Royal Adelaide Hospital.
El sargento Smith dijo que hay una lección que aprender de todo esto.
“Aparentemente, los fuegos artificiales no están diseñados para colocárselos en lugares así”, dijo Smith, según The Daily Mail.
Curiosamente, esta historia ocurre solo luego de varias semanas en que un hombre de Michigan se voló parte de sus genitales con fuegos artificiales (Parece que la noticia no llegó al otro lado del mundo a tiempo).
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