Un hombre de Tampas, Florida, tenía una vida normal, ingeniero en informática, casado por más de 10 años disfrutando plenamente como hombre heterosexual.
Anteriormente William McKee y ahora Mandi McKee. Todo cambió desde que comenzó a usar un medicamento genérico llamado “finesteride” para combatir la alopecia. Luego de consumir la medicina por nueve meses comenzó a sufrir efectos colaterales.
Los efectos por el consumo del genérico se notaron en el cuerpo, desarrolló senos, sus hombros se cayeron siendo más femeninos y las caderas crecieron. De forma involuntaria señaló McKee “cambie de género”, que le produjo depresión, así mismo se sintió atraída por el sexo masculino por lo que abandonó a su esposa.
“El antiguo yo fue aniquilado por la compañía farmacéutica Merck” afirmó William McKee.
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