Las costumbres arraigadas tan naturales de ciertas culturas parecen increíbles ante el ojo ajeno. Este es el caso de la peculiar forma de jugar al fútbol en Indonesia donde, por una tradición islámica, el fútbol se juega con una pelota prendida fuego.
El juego se practica hace años en algunas escuelas al este de Java. Para jugar se utiliza un coco que se prende fuego, y que según la tradición, debe permanecer 48 horas antes del partido en kerosene para garantizar un predido estable.
Por su parte, los valientes jugadores se colocan una mezcla de sal y hierbas en sus pies descalzos para evitar las quemaduras, aunque finalmente la mayoría juega con pies llenos de ampollas y muchos con la piel bien curtida.
Este candente partido no se juega siempre sino que es parte de un ritual casi exclusivo para celebrar los cumpleaños.
En paraguay ay una tradición similar a esta de indonesia, cada ano en las fiestas y en sus vísperas se juega a la pelota tata(pelota de fuego) Se prepara una pelota de trapo, aproximadamente del tamaño de una pelota de fútbol de
ResponderEliminarcampo, bien empapada con brea y kerosene o algún otro combustible, se le prende fuego y se
chuta la pelota entre la concurrencia.
Este juego es un poco riesgoso para los participantes como para los observadores, ya que la
pelota tiene fuego y la gente para evitarla la chuta hacia cualquier parte sin importar quien
pueda salir lastimado.