Familiares y amigos se llevaron un gran susto. Unos se desmayaron y otros salieron corriendo al creer que se trataba de un fantasma
Un brasileño por poco vuelve loca a toda su familia después de aparecer vivo en su propio funeral. Y es que sus parientes estaban velando a un desconocido a quien habían confundido con él, informa la prensa local.
A los familiares de Gilberto Araújo, de 41 años, se les comunicó que Gilberto había sido asesinado en un tiroteo, por lo que enseguida se dirigieron a la morgue e hicieron el respectivo reconocimiento del difunto. Se llevaron un cadáver que no era su pariente, compraron un ataúd y lo velaban en el salón de la vivienda familiar.
Cuando el supuesto difunto -que no pasaba por la casa de su madre desde hacía ya unos cuatro meses- se enteró de que había sido dado por muerto, se pellizcó en el brazo para asegurarse de que estaba vivo.
Luego, Gilberto llamó por teléfono a casa de su madre, pero la persona que contestó pensó que se trataba de una broma de mal gusto. Así fue que decidió acudir a su propio funeral para aclarar la situación en persona.
Testigos afirman que todos se llevaron un tremendo susto, algunos se desmayaron y otros salieron corriendo del lugar, pues llegaron a considerarlo como un fantasma de ultratumba.
Después del alboroto, la madre de Araújo dijo sentirse "muy alegre" al descubrir que su hijo no había fallecido, pero solo se convenció de que estaba vivo después de "abrazarlo mucho".
Por su parte, el comisario de la Policía de la localidad brasileña de Alagoinhas, en el estado de Bahía, informó que ya se retiró de la vivienda el cadáver del desconocido y que la investigación del asesinato volverá a comenzar de cero.
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