Esta situación es la que se dio en esta ceremonia, donde una imagen de Cristo tumbado mueve aparentemente la mano derecha en un reflejo. Para muchos no está claro el momento, otros lo ven de forma directa y aseguran que es un mensaje. Independientemente de que sea fruto de la imaginación y de la esperanza debemos tener claro que esta sensación se da por el deseo de ver una manifestación del señor.
Para nosotros la duda se mantiene, ya que realmente parece que se mueve. Es nuesta mente la que impide que aceptemos lo que ocurre, a pesar de que la duda se encuentre por lo extraño del caso. Una manifestación que dependerá de nosotros aceptarla o no como auténtica, sin que por ello se vea menoscabada nuestra fe en Cristo.
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