La anciana, llamada Zhang Ruifang, vivía en el pequeño pueblo de Linlou, y desde el 2009 le creció una protuberancia que llegó a medir unos seis centímetros teniendo un aspecto muy similar al asta de una cabra, según contaba el diario.
El cuerno, formado por queratina (sustancia que también se encuentra en los pelos y las uñas humanas) no causaba dolor ni molestia a la anciana, aunque algunos vecinos sí reconocieron que el cuerno "daba miedo". Zhang, ajena a esos temores, salía todos los días a pasear y llevaba a cabo algunas labores domésticas, viviendo con la familia de uno de sus siete hijos.
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