jueves, 14 de febrero de 2013

Fotografían a un lobo marino cazando tiburones


Una vía que cada vez se está haciendo más común para realizar descubrimientos en Biología son los viajes de exploración que llevan a cabo los turistas. Se trata de ciudadanos normales, amantes de la naturaleza pero que no son, o no tienen por qué ser, especialistas en la materia. En muchas ocasiones, estos hallazgos son sorprendentes y ayudan a entender mejor la naturaleza.

El último caso del que se ha tenido noticia reune todas estas condiciones. Chris y Monique Fallows, responsables de la empresa Apex Shark Expeditions, se encontraban realizando una expedición en aguas cercanas a la costa de Ciudad del Cabo, en Sudafrica. Junto a ellos viajaban otros ocho pasajeros, y todos ellos habían realizado viajes similares. Pero ninguno había sido testigo antes de nada como lo que vieron.

Se trataba de un lobo marino (Arctocephalus pusillus), una especie de foca de gran tamaño, que estaba atacando a un tiburón. Una vez consiguió cazarlo, empezó a comerse sus órganos internos. Repitió el mismo proceso con otro tiburón, y atacó a tres más, aunque a éstos no se los comiese.

Este es el primer caso que se conoce de un ataque de lobo marino sobre tiburones. Hasta ahora ni siquiera se pensaba que esta especie de mamífero marino se pudiese alimentar de un animal de semejante tamaño y que resulta tan difícil de cazar.

Durante la misma expedición, aún tuvieron tiempo de observar más cosas interesantes. No se trata de hallazgos propiamente dichos, pero sin duda son situaciones interesantes. Y de ellas también pueden sacar mucha información los biólogos.



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