Mason Kunkel se convirtió en el héroe de su equipo al anotar un tiro desde medio campo en el último segundo que propició la victoria.
El encuentro había llegado a la prórroga y parecía sentenciado tras dos tiros libres. Pero Kunkel, de ocho años de edad, no se rindió y con un tiro a la desesperada a una mano, consiguió el triunfo ante el estupor de todos los asistentes.
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