Finalmente no logró su vuelta a la vida, por lo que sus seguidores quedaron consternados.
El sacerdote hindú, de 25 años se llamaba Manoj Baghel y contaba con un gran número de seguidores.
Convencido de que podía resucitar el sacerdote se quitó la vida ingiriendo veneno y esperando volver a la vida 72 horas después. Sus fieles se encargaron de custodiar el cuerpo para evitar que se le hiciera una autopsia que pudiera impedir la resurrección.
Por el rito, una multitud se congregó alrededor del templo de la ciudad de Raigarh, estado de Chhattisgarh, en la India, a la espera de la resurrección.
Los medios locales informaron que “Manoj Baghel se suicidó el sábado 9 de febrero consumiendo un veneno en un templo en Raigarh. Aseguró que volvería a la vida 72 horas más tarde”.
Cuando los médicos atendieron al sacerdote no pudieron hacer nada por él, que llegó fallecido al centro asistencial.
Sin embargo, sus parientes consiguieron mantener el cuerpo en el templo a la espera del regreso a la vida del joven sacerdote.
“Cientos de personas rodearon el templo, colocaron el cuerpo del sacerdote en una habitación cerrada y se niegan a entregarlo a la policía para que realice la autopsia. Muchos esperan que el religioso vuelva a la vida esta tarde”, dijo el agente Thorate.
Desgraciadamente, el joven no regreso a la vida, como era de esperar, lo que generó una gran decepción y tristeza entre sus fieles.
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