Jacqueline Stone, una mujer británica de 42 años, ha perdido el ojo izquierdo por culpa de un lente de contacto desechable.
La mujer ha explicado a Daily Mail que una de sus lentes le produjo una infección que le mantuvo 17 semanas en un hospital hasta que perdió el ojo.
Al parecer, estuvo incómoda durante un día entero, y al ir a quitársela, se le había pegado al ojo. Su visión se volvió borrosa a pesar de que el médico le había mandado unas gotas.
El ojo fue a peor hasta que una bolsa de pus se formó en su pupilá y estalló. "Podía sentir el gusanillo comiendo a través de mi ojo", afirmó.
A pesar de que los médicos de un hospital de Cambridge intentaron hacer lo posible por salvar su ojo, resultó imposible. Un hongo le había devorado tres capas y el 70% de sus nervios.
Tras 22 operaciones, los cirujanos le extirparon el ojo. La mujer ha denunciado a la empresa fabricante.
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