Antonio Alvarado Carbajal (35) no estaba muerto, andaba comiendo pescado.
Una de las primas del supuesto difuntio, Leslie Jiménez Alvarado, fue hasta la morgue y reconoció el cadáver de Antonio por su contextura y un lunar en la pierna derecha. Pero estaba equivocada.
Los familiares fueron hasta el mercado de la ciudad, en Perú, para hacer una colecta y se llevaron una sorpresa cuando encontraron al supuesto difunto comiendo en uno de los puestos del recinto, según informa el portal de noticias Perú21.pe.
Dado los acontecimientos, el cuerpo del otro hombre tuvo que ser devuelto a la morgue para su posterior identificación. Probablemente, aseguran, el médico cometió un error de procedimiento en la entrega de cadáveres.
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