La defunción de Lennox, un perro de siete años de edad sacrificado hoy en Irlanda, ha provocado fuertes reacciones entre los defensores de los derechos animales.
Hace dos años, Lennox fue capturado por las autoridades locales después de ser considerado un peligro público para la comunidad de Belfast. El perro, descrito como un cruce entre «bulldog» americano y labrador, tuvo que abandonar su hogar en abril de 2010 porque se parecía a un «pitbull».
Durante todo este período, su dueña, Carolina Barnes, inició una batalla para que el Consejo de la Ciudad revocase la sentencia que lo consideraba una amenaza para la seguridad. Numerosos colectivo pro-animales de todo el mundo se hicieron eco de la situación y llevaron a cabo una masiva campaña vía internet para salvarle.
Barnes sostuvo en todo momento que Lennox no era un perro agresivo: «No era un peligro, nunca había mordido a nadie». Desgraciadamente, el Ayuntamiento de Belfast no pensaba lo mismo y tras vencer los plazos legales para la presentación de alegaciones, Lennox fue ejecutado mediante inyección letal.
«Sacrificado con humanidad»
El propio ayuntamiento publicó una declaración este miércoles para confirmar el fallecimiento: «Lennox, un pitbull terrier americano, ha sido sacrificado con humanidad, de acuerdo a la Resolución de la Corte del Condado, confirmada por el Tribunal de Irlanda del Norte de Apelación.
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