El gobierno del estado mexicano de Michoacán propuso enviar a cerca de 300 niños del pueblo de Nueva Jerusalén que quieren acudir a una escuela laica a estudiar a localidades cercanas, ante las amenazas de una secta que domina la comunidad.
Los miembros de la secta, creada en Nueva Jerusalén hace casi cuatro décadas tras una supuesta aparición de la Virgen María, destrozaron en julio las dos escuelas oficiales del pueblo y el pasado lunes, cuando comenzó el ciclo escolar en México, impidieron que los niños de los vecinos laicos, con quienes intercambiaron golpes y empujones, recibieran clases con maestros del gobierno.
La secta asegura que quien quiera estudiar en el pueblo debe hacerlo en su escuela parroquial, que no es reconocida por la Iglesia católica.
El subsecretario de Gobernación michoacano, Fernando Cano, explicó que las otras opciones son la impartición de clases en aulas móviles o bien en casas rentadas en la localidad, aunque advirtió que esto podría generar nuevos enfrentamientos.
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