Por supuesto, sus compañeros ya habían inflado abajo una colchoneta inflable para amortiguar la caída, por lo que el hombre no sufrió heridas.
Todo empezó cuando un grupo de transeúntes se dio cuenta de que una persona quería acabar con su vida y llamó rápidamente a la policía. Mientras esperaban, los testigos lo motivaban a que cambiara de opinión.
Cuando llegó el equipo de bomberos, inflaron enseguida un gran colchón de aire, mientras un miembro del equipo de rescate logró llegar hasta donde se encontraba el suicida y, sin que se diera cuenta, le dio una patada por la espalda para que cayera directo al colchón.
El hombre fue trasladado al centro médico más cercano donde le prestaron primeros auxilios médicos por heridas leves y ayuda psicológica. Los testigos, por su parte, aplaudieron emocionados tras un incidente que tuvo final feliz.
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