Dominique Lanoise de 40 años y residenciada en Miami, pasó casi dos décadas encerrada en su casa con sus hijas bañándola, alimentándola y cuidando de ella.
Murió el pasado mes de marzo, luego de haber recibido el pronóstico medico que no sobreviviría más de un año. Un especialista estaba esperando para hacerle una cirugía de estomago que podía salvarle la vida.
El Dr. Oscar Hernández dijo que no había operación posible con tanto sobrepeso. No fue un descuido de una sola vez, fue la sistemática violación de su programa de control de peso.
Durante un programa especial de televisión titulado “La Madre de 300 kilos: Una carrera contra el tiempo”, el médico visitó a Lanoise en su casa diciendole que moriría en su cama y que esa cama seria su ataúd. Por otra parte el doctor Jorge Rabaza, a cargo de la operación, coincidió en que con tanto peso una operación sería muy peligrosa.
La causa es el alto índice de mortalidad para los pacientes con obesidad mórbida, que tienen coágulos sanguíneos en sus piernas que van hasta sus pulmones. “Un coágulo grande puede matar al paciente instantáneamente”.
Lanoise, nacida en Haití, empezó a ganar peso a los 16 años, luego del nacimiento de su primera hija. Desde ese momento su peso se disparó y no tuvo el autocontrol para perder peso. Finalmente su gordura la llevó a la muerte.
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