Alexander Abdullaev ha admitido que él y Alexei Gorulenko se alimentaron con el cuerpo de su buen amigo Andrei Kurochkin, pero aseguran que lo hicieron tras el fallecimiento de éste por las extremas condiciones climáticas. Una cuarta persona, Viktor Komarov, sigue desaparecida y se le da por muerto. Las autoridades rusas, que han recuperado el cuerpo de Kurochkin y hallado señales de cortes en los restos, están investigando lo sucedido.
La viuda no perdona a los dos supervivientes y, según el Siberian Times, y lamenta que "todo lo que le queda del hombre al que amaba" son los restos que no se comieron los dos pescadores supervivientes. "Si podían matar animales, ¿por qué tuvieron que comerse un cuerpo humano? ¿Y por qué, por el amor de Dios, llevaban con ellos la cabeza [de Kurochkin]?", se pregunta la viuda.
Según los medios locales, Abdullaev habría relatado lo sucedido durante un interrogatorio con un detector de mentiras: "Necesitábamos proteínas, cortamos su carne y nos la comimos y esto nos ayudó a sobrevivir durante diez días". Gorulenko, el otro superviviente, se ha negado a declarar y su madre afirma que "está siempre callado y suspira todo el rato".
La excursión de pesca de los cuatro amigos comenzó en agosto pasado y debía de ser una gran aventura de tres semanas por la inhóspita y gélida taiga siberiana. Los expedicionarios, sin embargo, acabaron perdiéndose y al cabo de tres meses sólo regresaron dos de ellos.
El informe policial sobre lo sucedido se espera para el mes de junio, pero un comunicado policial ya ha avanzado que los investigadores hallaron "restos de un cuerpo humano con señales de muerte violenta".
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