Jason deCaires Taylor es un escultor inglés de 387 años que asombra al mundo con su creación: una instalación subacuática que se transformó en el Museo Subacuático del Arte (MUSA) en Cancun, México. Taylor en una entrevista para la revista National Geographic (edición en español de enero de 2012): "¿Por qué las he creado? Para mostrar cómo puede lucir una relación simbiótica y sustentable con la naturaleza".
Desde 2009, su obra permanece bajo el agua destinada a transformarse en un hogar donde guarecerse y alimentarse para numerosas especies de peces y crustáceos. El material con el que están hechas las esculturas es un tipo especial de cemento, de PH neutro, respetuoso con la biología de las aguas caribeñas en las que se encuentra sumergido.
“Aunque en conjunto, todos representan la idea de los humanos viviendo en simbiosis con la naturaleza”, contó el artista.
En su Inglaterra Taylor estudió escultura pública. Allí sintió la necesidad de dar un giro a su futura profesión. “Estaba desilusionado, porque me di cuenta de que, una vez una escultura se muestra, no tiene más utilidad”. Amante del arte, amante de la naturaleza, se embarcó en la idea que concretó en México: “Se me ocurrió hacer piezas que sirvieran de hábitat para la vida acuática”. ¿Y por qué en Cancún? “Las autoridades me invitaron hace tres años”, asegura.
A día de hoy, este proyecto ecoartístico recibe una media de entre 2.000 y 3.000 visitantes semanales. Para ver el museo, solo hay que plantarse unas gafas de esnórquel (para bucear, es necesario recibir primero unas lecciones), o bien tomar un barco especial con el suelo de cristal, que flota en la superficie.
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