Todo empezó a las 18.30 horas del lunes en la céntrica calle Marques de Valladares de Vigo. Un taxista pidió ayuda a una patrulla porque había recogido a una pasajera en García Barbón y tras terminar el recorrido, la mujer se negó a pagar los tres euros del trayecto y se negó a apearse. La pasajera viajaba semidesnuda y mostraba los pechos.
Los agentes la convencieron para que se apease del taxi, lo que hizo de forma hostil. Los policías le pidieron que se cubriese el pecho porque podían pasar menores. La mujer fue a una cafetería a ponerse la parte superior del vestido pero, al poco, un camarero alertó a los patrulleros de que ella mostraba sus senos a los clientes. Los policías le pidieron mayor su compostura por la hora y la zona donde estaba. Entonces, la mujer se sacó su vestido sin ropa interior y quedó desnuda en la vía pública delante de todos los transeúntes.
Los policías recogieron el vestido e intentaron convencerla para que se vistiese pero la mujer, supuestamente, insultó, amenazó y agredio a un patrullero en un brazo. Fue detenida y en el coche patrulla se vistió.
La cosa no acabó ahí porque, en la comisaría, la detenida solicitó cambiarse con otra ropa que portaba en una bolsa, lo cual hizo en un cuarto aparte con la debida intimidad pero los agentes se dieron cuenta de que la falda anterior tenía una etiqueta de seguridad de una tienda de ropa de la calle Urzaiz. La encargada de la tienda dice que, poco antes, la mujer deambuló desnuda y molestó a los clientes, y luego se metió en una taxi.
La detenida suma tres detenciones anteriores, dos de ellas por atentado a la autoridad.
No le imputan un delito de exhibicionismo porque no había niños delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario