Un enorme agujero se abrió en la calle en Guangzhou, China, y se tragó varios edificios.
Por lo menos cinco locales terminaron en escombros y unas 3 mil personas se quedaron sin luz tras la abertura del cenote.
El agujero de 3 metros de ancho, en expansión, es otra consecuencia del rápido crecimiento chino sin una adecuada planificación de infraestructura.
Así, estos cenotes urbanos se están convirtiendo en un problema para China. En 2007, hubo 54 casos de derrumbes por agujeros que abren solos en el pavimento. Y para 2009, los casos ya habían trepado a 129.
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